Elaborado por Pedro Morán Rosas
La filosofía oriental se desarrollo en los países de China y la India, se difundió a partir de las invasiones que llevo a cabo Alejandro Magno, pues en la etapa helenística se fusionaron elementos de la cultura griega y la oriental. China es un país que se encuentra entre el Tibet y Mongolia, su origen se remonta al emperador Huang Ti, quien funda la dinastía Tsin, nombre del que se forma la palabra China (Tsina). La cultura que se desarrollo a partir de entonces, fue una cultura rica en aportaciones científicas, médicas, arquitectónicas, pero sobre todo propositiva con su idea del apego a los procesos naturales.
La religión China impulso el desarrollo de la Filosofía que crearon. Fue una religión politeísta, que postulaba que los fenómenos de la naturaleza era la respuesta frente a los pecados cometidos por los hombres. La filosofía que se genero se opuso a estas ideas, que no contribuían para llevar una vida recta, Confucio, Lao Tse, y posteriormente Buda rechazaban las creencias supersticiosas y propugnaban por la sabiduría para vivir y dejar vivir.
Lao Tse. (600 a. de C)
La filosofía de Loa Tse se basa en el camino del hombre o Tao, que se representa con su pictograma, en el que la parte superior se refiere al camino y el de abajo al hombre. Su pensamiento recibe el nombre de Taoismo, mismo que escribió en su obra “Tao Te King”, el libro de la vía y de la virtud, que contiene 81 máximas que sintetizan su visión de la vida y la búsqueda de la sabiduría, misma que se alcanza por medio de la virtud y la armonía con el cosmos, lo que redundara en la felicidad del hombre.
En Lao Tse se puede apreciar el apego por lo natural con su propuesta del “No hacer” (wu-wei), que se refiere a no cometer actos que se contraponen a la naturaleza, ello quiere decir que el hombre debe de ser espontáneo, debe de fluir de acuerdo con las cosas que le rodean, no forzar nada ni interrumpir el proceso de las cosas. Un ejemplo de esta forma de pensar se puede observar en la máxima “si amas algo déjalo en libertad, si regresa, siempre fue tuyo, si no, entonces nunca lo tuviste en realidad”. Lo que nos induce a pensar que no hay que forzar los acontecimientos, dejarlos fluir, ya que todo forma parte del Tao y en él debe de existir armonía. Esta es la base de esta religión-filosofía, la unidad de las contradicciones, que no es otra cosa sino el Tao, la síntesis de los opuestos como se muestra en el Yin (lo pasivo, femenino, negativo) y el Yang (Lo activo, masculino, positivo).
Bajo esta perspectiva el hombre debería de volver a lo natural y rechazar el desarrollo científico y material, de ahí la idea de alejarse de todo lo que implicaba esto y convertirse en ermitaño. Las prácticas ascéticas eran comunes, mismas que combinaban con ejercicios parecidos al yoga, por lo cual recibían el nombre de gimnosofistas, sabios a través del dominio del cuerpo.
Confucio (Kong Qiu) 551-479 a. de C.
Confucio fue otro de los representantes más importantes de la filosofía oriental, su pensamiento se conservo en su obra “Las Analectas”, que muestra las conversaciones que sostenía con sus discípulos, mismas que giraban en torno a los aspectos morales, en esencia referidos a los valores que se muestran en las relaciones humanas y las que deberían prevalecer. Por ejemplo en el caso de las relaciones entre patrón y subordinado, esposo y esposa, padre e hijo, siempre deberían de mostrarse actitudes de benevolencia, lealtad, respeto y reciprocidad. Actitudes de benevolencia del superior a su subordinado, y de respeto y lealtad del subordinado a su superior. (“El hombre superior gusta de ser lento en palabras, pero rápido en obras”).
Como se puede apreciar Confucio se contraponía al pensamiento de Lao Tse, sobre todo en lo referente a la vida social, que Confucio veía con agrado, hecho que le sirvió para que los gobiernos de aquellas épocas retomaran su pensamiento para servirse de ellos en términos políticos. Aunque pronto Confucio se desencanto de los gobiernos de su época y retomo la búsqueda de la sabiduría de sus ancestros, retomando y recuperando los principios de los sabios de la antigüedad, con lo que enalteció el valor del ejemplo (“Transporta un puñado de tierra todos los días y construirás una montaña”). La buena conducta se convierte en un medio para que todos sigan el ejemplo; el respeto por la tradición; la meditación, son elementos que nos guiaran a la virtud, a la armonía. Sin embargo las inclinaciones que tiene el hombre, que son las de la carne y las de la razón, lo pueden alejar o acercar, respectivamente, a la perfección., las de la carne son peligrosas, y las de la razón son fáciles de perder (“Nuestra mayor gloria no esta en no caer jamás, sino en levantarnos cada vez que caemos”).
Ambos pensadores nos orientan a una regla de vida, una forma de asumir la existencia, por ello son moralistas, porque proponen las bases sobre las cuales podemos y debemos actuar. Sin embargo no fueron los únicos en el oriente, también en la India se desarrollo una corriente de pensamiento llamada el budismo.
Budismo.
El budismo que se desarrollo en la India se manifestó como religión y se dio posterior al Veda y el Brahmanismo. Los Vedas tendieron a adorar las fuerzas de la naturaleza con dos dioses principales El Dios del cielo (Indra) y el de la tierra (Vishnú), quienes cuidaban a los hombres de los demonios y las fuerzas del mal. El brahmanismo, por su parte se fundamento en la adoración a Brama o creador del universo, a los sacerdotes que lo adoraban se les llamo brahmanes., quienes creían en la trasmigración de las almas o la reencarnación, necesaria para la purificación de las almas. Esta última religión se mantuvo hasta que el pueblo se rebelo en el siglo VI a. de C. contra los brahmanes, el líder que encabezo la sublevación fue Sidarta Gautama, a quien se le dio el nombre de Buda (el iluminado). Aunque tiempo después los brahmanes recuperaron su hegemonía y el budismo se desterró al Tibet.
Buda o Sidarta Gautama se oriento a proponer una vida moral, más que religiosa, dejo como ,legado guías de acción para la vida que se orientaron a la preservación, el respeto, la honestidad, el ascetismo en todos los sentidos. Consideraba importante la vida, por ello no toleraba que se diera muerte a ningún ser viviente; en relación al respeto recomendaba no decir mentiras, ni ser adultero, no abusar de bebidas alcohólicas, no asistir a fiestas. Todo con el fin de alcanzar la perfección y cumplir con el deber, y sobre todo buscar la verdad. Es decir buscar la felicidad por medio de evitar el deseo y el ansía, la tranquilidad mental a través de evitar el sufrimiento que surge de la confusión generada por la pasiones, entrar a un estado de paz espiritual llamado nirvana.